Microsoft, la mayor empresa de software del mundo, ha anunciado que despedirá a 1.900 empleados de su plantilla de videojuegos, tras la adquisición por 69.000 millones de dólares de Activision Blizzard, creadora de Call of Duty y World of Warcraft. Los despidos afectarán a empleados de varios equipos y regiones, incluidas Activision Blizzard, ZeniMax y Xbox.
La noticia fue confirmada por Phil Spencer, responsable de Microsoft Gaming, en un memorándum enviado a los empleados el martes. Spencer dijo que la decisión era «dolorosa» pero necesaria para alinear la estrategia y la estructura de costes del negocio de los juegos, y para centrarse en las mejores oportunidades de crecimiento. También dijo que Microsoft proporcionará pleno apoyo y beneficios de indemnización a los trabajadores afectados, y que estaba agradecido por sus contribuciones al éxito de la división de juegos.
«Como parte de este proceso, hemos tomado la dolorosa decisión de reducir el tamaño de nuestra plantilla en el sector de los videojuegos en aproximadamente 1.900 puestos de las 22.000 personas de nuestro equipo.
El equipo directivo del sector gaming y yo nos hemos comprometido a llevar a cabo este proceso con la mayor reflexión posible. Todas las personas que se verán directamente afectadas por estas reducciones han desempeñado un papel importante en el éxito de los equipos de Activision Blizzard, ZeniMax y Xbox, y deberían estar orgullosos de todo lo que han conseguido aquí. Estamos agradecidos por toda la creatividad, pasión y dedicación que han aportado a nuestros juegos, a nuestros jugadores y a nuestros compañeros.Ofreceremos todo nuestro apoyo a aquellos que se vean afectados durante la transición, incluidas indemnizaciones por despido de acuerdo con la legislación laboral local», escribió Spencer en la nota, de la que informó por primera vez IGN.
Los despidos se producen en un momento en que Microsoft se enfrenta a una competencia y unos retos cada vez mayores en el sector de los videojuegos, que está experimentando rápidos cambios y consolidación. La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, que se anunció en septiembre de 2023 y se completó en diciembre de 2023, fue la mayor operación de la historia de los videojuegos, y dio a Microsoft el control de algunas de las franquicias más populares y rentables del mundo, como Call of Duty, World of Warcraft, Diablo, Overwatch y Candy Crush. El acuerdo también supuso la salida del consejero delegado de Activision Blizzard, Bobby Kotick, que fue sustituido por Spencer al frente de la división de juegos combinada.
Sin embargo, la operación también suscitó preocupación por el impacto en la diversidad y la innovación del mercado de los videojuegos, así como por los posibles problemas antimonopolio y los obstáculos normativos. Algunos analistas y expertos se preguntaban si Microsoft podría gestionar una cartera tan amplia y diversa de juegos y estudios, y si podría integrar las culturas y valores de los distintos equipos. Algunos también especularon si Microsoft haría que algunos de los juegos de Activision Blizzard fueran exclusivos de sus propias plataformas, como Xbox, Windows y Game Pass, o si seguiría apoyando otras plataformas, como PlayStation, Nintendo y dispositivos móviles.
Los últimos resultados financieros de Microsoft mostraron que la empresa tuvo unos buenos resultados en el cuarto trimestre de 2023, con un crecimiento interanual de los ingresos del 18%, hasta 51.700 millones de dólares, y un aumento de los ingresos netos del 21%, hasta 15.500 millones de dólares. La empresa también informó de que sus ingresos por juegos aumentaron un 16%, hasta 6.100 millones de dólares, impulsados por el crecimiento del hardware, el software y los servicios de Xbox. La empresa también dijo que tenía 300 millones de usuarios activos de su sistema operativo Windows 11, que se lanzó en octubre de 2023, y que tenía 50 millones de suscriptores de su servicio Xbox Game Pass, que ofrece acceso a cientos de juegos por una cuota mensual.