5G-Advanced y más allá: un vistazo al futuro de la conectividad

5G-Advanced y más allá: un vistazo al futuro de la conectividad

La tecnología 5G, a pesar de no estar totalmente a la altura de su revuelo inicial, aún se encuentra en sus primeras fases de implantación. El primer conjunto completo de normas 5G se estableció en 2017, y las operadoras de todo el mundo siguen desplegando la tecnología. Aunque se esperaba que la 5G permitiera nuevas aplicaciones como la realidad extendida (XR) y una nueva era de dispositivos conectados, su despliegue aún está en curso. A medida que las operadoras actualicen sus redes para soportar la tecnología 5G Standalone, los usuarios experimentarán mejoras en velocidad y fiabilidad.

5G está ofreciendo velocidades más altas, aunque inferiores a su capacidad teórica, pero aún varias veces más rápidas que 4G. El sector avanza ya hacia la 5G-Advanced con la versión 18 del 3GPP, que se espera aporte mejoras evolutivas y nuevas funciones. 5G-Advanced soportará redes no terrestres, aumentando la cobertura en zonas remotas, y ofrecerá mejores velocidades de enlace ascendente.

Promete mejorar el rendimiento de la banda ancha móvil, admitir nuevas aplicaciones e impulsar la automatización inteligente de las redes. El rendimiento adicional procede de una mayor capacidad de señal MIMO, y entre las nuevas aplicaciones se incluyen la realidad extendida para el control remoto y la automatización industrial, el posicionamiento en interiores y el IoT. La automatización inteligente de la red aprovechará la IA y las técnicas de aprendizaje automático para mejorar el rendimiento de la red.

El gigante tecnológico chino Huawei tiene previsto lanzar el año que viene todo el equipo necesario para una red 5G-Advanced, etiquetando la tecnología como 5.5G. La multinacional sueca Ericsson, considera la 5G-Advanced un peldaño hacia los futuros estándares de red 6G, que se espera estén establecidos en torno a 2028, con despliegues iniciales en torno a 2030.

Se espera que el organismo de normalización 3GPP, que agrupa a siete organizaciones mundiales de normalización de las telecomunicaciones, empiece a trabajar en la 6G en 2024. Peter Vetter, presidente de Bell Labs Core Research en Nokia, subraya la necesidad de la 6G por el aumento previsto del tráfico móvil y la correspondiente necesidad de mayor eficiencia energética. El objetivo es reducir a la mitad el consumo total de energía de las redes móviles con 6G, lo que requiere multiplicar por 40 la eficiencia energética si el tráfico de la red se multiplica por 20.

Nokia aboga por un espectro 6G justo por encima del actual rango de banda media para 5G (1-6 GHz) para permitir el despliegue desde los emplazamientos de telefonía existentes. Esto requeriría conjuntos de antenas a gran escala para dirigir mejor la energía electromagnética. Se necesitan nuevos conceptos como la formación de haces híbrida, nuevos algoritmos, modos de suspensión y silenciamiento de antenas para mejorar la eficiencia energética.

La IA podría utilizarse para gestionar la infraestructura, como se ha visto en las redes 5G-Advanced, para optimizar el rendimiento. Nokia ha ensayado una prueba de concepto que muestra un aumento del 30 % de la capacidad de la red en el mismo canal de radio utilizando IA en las estaciones base.

Nokia lidera el proyecto 6G-ANNA, financiado por el Gobierno alemán, cuyo objetivo es impulsar las actividades mundiales de prenormalización de la 6G. Los primeros conceptos de 6G prevén velocidades de datos máximas superiores a 100 Gbps, en función del espectro utilizado. Las futuras redes 6G pueden incluir sensores de red y una mayor conectividad para la automatización industrial y los proyectos IoT. La detección en red consiste en utilizar las propias señales de radio de la red para vigilar el entorno.

Nokia ha desarrollado una prueba de concepto utilizando una estación base 5G como radar para localizar personas y detectar movimientos con una precisión inferior a un metro. Nokia prevé que las redes inalámbricas sustituyan a la conectividad por cable, incluso en los sectores empresarial e industrial, lo que provocará un aumento de la demanda de estas redes. En consecuencia, está previsto que la 6G admita diez veces más dispositivos conectados que la 5G.

La 6G se centra en redes móviles más omnipresentes, mayor capacidad y rendimiento para aplicaciones exigentes como la telepresencia, y conectividad para una amplia gama de sensores y dispositivos más allá de los teléfonos. Sin embargo, estos avances requieren importantes inversiones en I+D y despliegue de infraestructuras. Se espera que el gasto de los operadores de redes se ralentice el año que viene, ya que buscan mejores rendimientos de sus inversiones en 5G antes de plantearse nuevas y costosas actualizaciones de la red.

Esta posición puede ser insostenible, ya que los operadores pueden sentirse obligados a seguir invirtiendo para evitar quedarse rezagados con respecto a sus competidores, lo que refleja la dinámica observada en anteriores despliegues de redes móviles. Es indispensable que se garantice el acceso total a una señal 5G Advanced fiable antes de que el sector empiece a promocionar la próxima generación de tecnología de red.