Amazon, el gigante del comercio electrónico, ha abandonado su plan de comprar iRobot, el fabricante de las aspiradoras Roomba, tras enfrentarse a obstáculos regulatorios en Europa.
El acuerdo, que se anunció en 2022 y valoraba a iRobot en unos 1.700 millones de dólares, fue bloqueado por la Comisión Europea, que dijo que perjudicaría la competencia y la innovación en el mercado de los robots aspiradores.
La Comisión consideró que Amazon podría utilizar su posición dominante en el mercado en línea para favorecer a iRobot frente a sus rivales, reduciendo su visibilidad o acceso a los clientes.
La decisión supone un duro golpe para ambas empresas, que esperaban beneficiarse mutuamente de su experiencia y su base de clientes.
Las acciones de iRobot cayeron un 10% en las operaciones matutinas tras la noticia.
iRobot, que también fabrica purificadores de aire y cortacéspedes robóticos, dijo que recortaría el 31% de su plantilla, es decir, 350 personas, y que su presidente y director ejecutivo, Colin Angle, dimitiría con efecto inmediato.
iRobot también dijo que se centraría en la mejora de los márgenes, reduciría el gasto en investigación y desarrollo y detendría todo el trabajo en productos «no relacionados con el cuidado del suelo», incluidos sus purificadores de aire y robots cortacésped.
Amazon, que ha ampliado su presencia en los sectores del hogar inteligente y la robótica, dijo que estaba decepcionada por el resultado y que pagaría a iRobot una comisión de ruptura de 94 millones de dólares.
El acuerdo es uno de los varios que han sido cuestionados o desechados por reguladores de todo el mundo, cada vez más recelosos del poder y la influencia de las grandes empresas tecnológicas.
Amazon también está siendo investigada por la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. por sus vínculos con desarrolladores de inteligencia artificial como Anthropic y OpenAI.
En Europa, tanto la Autoridad de Competencia y Mercados británica como la Comisión Europea de la UE han retrasado o paralizado varios acuerdos. Entre ellas figuran la adquisición de Giphy por Meta, la compra de Figma por Adobe y la inversión de Microsoft en OpenAI, así como la compra de Activision Blizzard por Microsoft.