Apple ha anunciado una nueva política para su App Store estadounidense que permitirá a los desarrolladores enlazar con métodos de pago externos para las compras dentro de las aplicaciones, pero con un inconveniente: seguirán teniendo que pagar una comisión a Apple por esas transacciones. El cambio de política se produce después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. se negara a escuchar la apelación de Apple en su batalla legal con Epic Games, el creador de Fortnite, que desafió el monopolio de Apple sobre los pagos in-app.
Apple afirma que la nueva política es un «compromiso» que dará a los desarrolladores más flexibilidad y opciones, al tiempo que mantiene la igualdad de condiciones y una plataforma segura y de confianza para los usuarios. Sin embargo, los críticos sostienen que se trata de una «coacción» que obligará a los desarrolladores a aceptar las condiciones de Apple o perderán el acceso al lucrativo mercado de iOS.
Según las directrices actualizadas de la App Store, los desarrolladores pueden solicitar un derecho que les permita incluir en su aplicación un enlace a un sitio web de su propiedad o mantenido por ellos, en el que los usuarios puedan adquirir bienes o servicios digitales que también estén disponibles a través del sistema de compras dentro de la aplicación de Apple. El enlace sólo puede mostrarse en una página de la aplicación, en un único lugar específico, y no puede aparecer en ventanas emergentes u otras formas de publicidad. Apple ha proporcionado algunas plantillas que los desarrolladores pueden utilizar para informar a los usuarios sobre los métodos de pago alternativos, como «Se ofrecen precios más bajos en [X]» o «Compre por [$X.XX] en [X]».
Sin embargo, la política también estipula que los desarrolladores tendrán que pagar una comisión a Apple por cualquier compra realizada a través del enlace externo, en un plazo de siete días desde que el usuario pulse sobre el enlace. La comisión será del 12% para los desarrolladores que formen parte del Programa de Pequeñas Empresas de la App Store, y del 27% para los demás. Estos porcentajes son inferiores a los habituales del 15% y el 30% que Apple cobra por las compras dentro de la aplicación, pero siguen siendo superiores a las comisiones que cobran algunas plataformas de pago externas, como Stripe o PayPal.
Además, los desarrolladores tendrán que proporcionar a Apple una contabilidad periódica de las compras fuera de la aplicación que cumplan los requisitos, y Apple tendrá derecho a auditar los registros de los desarrolladores y cobrar intereses y compensar pagos por cualquier discrepancia. Apple también se reserva el derecho a revocar el permiso en cualquier momento, por cualquier motivo y sin previo aviso.
El cambio de política ha suscitado reacciones encontradas entre la comunidad de desarrolladores y los observadores del sector. Algunos desarrolladores han acogido la medida como un paso en la dirección correcta, afirmando que les dará más opciones y oportunidades de llegar a los clientes y ofrecer mejores ofertas. Otros han criticado la política como un intento poco entusiasta e interesado de Apple de evitar un mayor escrutinio legal y la presión reguladora, afirmando que no abordará las cuestiones fundamentales de la competencia y la innovación en el ecosistema de aplicaciones.
Epic Games, la empresa que desencadenó el desafío legal contra Apple, ha dicho que impugnará la política, calificándola de plan de cumplimiento «de mala fe» que no cumple la orden judicial que obligaba a Apple a permitir a los desarrolladores dirigir a los clientes a métodos de pago alternativos sin pagar una comisión. Epic Games también ha recurrido la sentencia judicial que desestimó sus demandas antimonopolio contra Apple, y solicita una orden judicial permanente que impida a Apple imponer sus políticas de distribución y pago de aplicaciones a los desarrolladores.
La nueva política de App Store de Apple supone un cambio significativo respecto a su postura anterior, pero no está claro si será suficiente para satisfacer las demandas de los desarrolladores, los reguladores y los usuarios. La política puede considerarse un compromiso o una coacción, según la perspectiva y el interés de las partes interesadas. La política también puede tener algunas consecuencias y retos imprevistos, tanto para Apple como para el sector de las aplicaciones. La normativa puede no ser la última palabra en este asunto, ya que es probable que continúen las batallas legales y normativas sobre la App Store en EE.UU. y otros países.