Apple apunta a 2028 como fecha de lanzamiento de su propio vehículo eléctrico

Apple apunta a 2028 como fecha de lanzamiento de su propio vehículo eléctrico

Apple, el gigante tecnológico conocido por sus innovadores productos como el iPhone, el iPad y el Mac, lleva trabajando en un proyecto secreto para desarrollar su propio coche eléctrico desde 2015. El proyecto, cuyo nombre en clave es Titan, ha sido uno de los más ambiciosos y secretos de la historia de la compañía, pero también se ha enfrentado a muchos retos y contratiempos en el camino.

El proyecto, cuyo objetivo inicial era crear un vehículo totalmente autónomo sin volante, sufrió numerosos contratiempos y cambios de ejecutivos. Sin embargo, bajo el liderazgo del actual vicepresidente de Apple, Kevin Lynch, que asumió el control en 2021, se ha establecido una nueva dirección, y la compañía supuestamente ha apuntado a una fecha de lanzamiento prevista para su primer vehículo eléctrico en 2028.

Desde su inicio, el Proyecto Titán ha sido un foco de especulación y expectación, con el que Apple pretendía trastornar la industria automovilística. Sin embargo, el ambicioso objetivo de crear un vehículo completamente autónomo, sin controles tradicionales, ha resultado difícil y poco práctico. La visión original del proyecto de alcanzar el nivel 4 de autonomía, en el que un vehículo puede funcionar sin intervención humana, ahora se ha reducido a un sistema de nivel 2+, similar al actual sistema Autopilot de Tesla, que requiere que los conductores presten atención y estén preparados para tomar el control del coche cuando se conduce por carreteras y autopistas

Bloomberg afirma que la decisión de Apple de reducir sus ambiciones se debe en parte a la realidad de los retos regulatorios y tecnológicos a los que se enfrenta la industria de la conducción autónoma, así como a la competencia de otros actores como Tesla, Waymo y Cruise. El informe también dice que Apple espera mejorar el sistema con el tiempo con actualizaciones de software, y adaptarse al cambiante entorno regulatorio internacional.

Sin embargo, Bloomberg también advierte de que algunos empleados son críticos con la nueva dirección, y que dudan de lo innovador y distintivo que acabará siendo el primer coche de Apple. El informe cita algunas fuentes anónimas que afirman que el coche no es más que un «producto de lo mismo» que no está a la altura de la reputación de Apple de crear dispositivos revolucionarios y que definen una categoría.

Apple no ha confirmado ni desmentido oficialmente la existencia de su proyecto de coche eléctrico, y ha declinado hacer comentarios sobre el informe de Bloomberg. La empresa es conocida por su secretismo y su capacidad para sorprender al mercado con sus productos. Sin embargo, también se enfrenta a un creciente escrutinio y expectativas por parte de sus inversores, clientes y competidores, ya que se adentra en un territorio nuevo y desconocido.

Una década de desarrollo

El interés de Apple por la industria del automóvil se remonta al menos a 2014, cuando la empresa contrató a cientos de ingenieros y expertos de los sectores del automóvil y las baterías para trabajar en el Proyecto Titán. El proyecto fue dirigido inicialmente por Steve Zadesky, un antiguo ingeniero de Ford que también había trabajado en el iPod y el iPhone. Zadesky imaginó un coche que revolucionaría la industria del transporte con su avanzado diseño y tecnología, y que competiría con empresas de la talla de Tesla, Google y Uber.

Sin embargo, Zadesky abandonó el proyecto en 2016, al parecer por motivos personales y desacuerdos con los altos directivos sobre la dirección y el alcance del proyecto. Fue sustituido por Bob Mansfield, un veterano ejecutivo de Apple que había supervisado el desarrollo de productos como el MacBook Air, el iMac y el iPad. Según los informes, Mansfield reestructuró el proyecto y despidió a cientos de empleados, ya que cambió el enfoque de construir un automóvil a desarrollar un sistema de conducción autónoma que podría licenciarse a otros fabricantes de automóviles o utilizarse en un futuro automóvil de Apple.

En 2018, Doug Field, un antiguo ejecutivo de Tesla que también había trabajado en Apple, regresó a la empresa para liderar el proyecto junto a Mansfield. Field trajo de vuelta a algunos de los ingenieros que habían sido despedidos y reactivó los esfuerzos de desarrollo del coche. Sin embargo, también se enfrentó a desafíos como una alta rotación de personal, conflictos internos y dificultades técnicas. En 2019, Apple adquirió Drive.ai, una startup especializada en autobuses de transporte autónomos, para impulsar sus capacidades de conducción autónoma.

En 2020, Reuters informó de que Apple planeaba lanzar su coche en 2024, con una innovadora tecnología de baterías que ofrecería mayor autonomía y menor coste. Sin embargo, el analista Ming-Chi Kuo, que tiene un historial de predicción precisa de los planes de productos de Apple, dijo que el coche no se lanzaría antes de 2025, y podría no lanzarse hasta 2028 o más tarde.

En 2021, Apple nombró a Kevin Lynch, un vicepresidente que anteriormente había dirigido el desarrollo del Apple Watch, para supervisar el proyecto. Lynch, que tiene experiencia en ingeniería de software, habría trabajado con el consejero delegado Tim Cook para adoptar una nueva estrategia para el proyecto, después de enfrentarse a la presión del consejo de administración para entregar un plan para el envío del coche o desechar el proyecto por completo.

La decisión de Apple de fijar en 2028 la fecha de lanzamiento de su vehículo eléctrico supone un cambio estratégico en respuesta a los retos a los que se ha enfrentado el Proyecto Titán a lo largo de los años. El cambio hacia características de autonomía limitadas se alinea con el panorama actual de los vehículos eléctricos, haciendo hincapié en la adaptabilidad a los cambios normativos y las posibles actualizaciones futuras. Aunque persisten las dudas sobre el nivel de innovación que el primer coche de Apple aportará al mercado, sólo el tiempo revelará el impacto de esta recalibración en el éxito del Proyecto Titán en el sector de los vehículos eléctricos, en rápida evolución.