Autoridades alemanas descubren un mecanismo de manipulación de emisiones en versiones más antiguas de BMW X3

Autoridades alemanas descubren un mecanismo de manipulación de emisiones en versiones más antiguas de BMW X3

Según un anuncio reciente del organismo federal de control del transporte de Alemania, se ha detectado un dispositivo de manipulación de emisiones en los SUV diésel BMW X3 fabricados entre 2010 y 2014.

En un comunicado oficial publicado en línea, la autoridad alemana, conocida como Kraftfahrt-Bundesamt (KBA), revela que BMW instaló motores turbodiésel de 1,8 y 2,0 litros en los modelos X3, los cuales emiten cantidades de contaminantes por encima de los límites legales en ciertas condiciones.

Tal como se informó en un artículo de Drive en enero de 2024, la KBA anunció el inicio de una investigación sobre acusaciones de que los sistemas de control de emisiones obligatorios eran desactivados en los modelos X3 cuando se activaba el aire acondicionado del vehículo, una función que típicamente se desconectaba durante las pruebas de emisiones en laboratorio.

Ahora, la KBA ha confirmado el hallazgo de un software que permite a los modelos X3, específicamente el sDrive 18d y el xDrive 20d, emitir niveles de óxidos de nitrógeno que superan los límites legales cuando el aire acondicionado está en funcionamiento.

Se estima que alrededor de 33,000 automóviles en Alemania se ven afectados por esta situación, y se estima que hasta 150,000 vehículos en toda Europa podrían tener instalado el dispositivo de desactivación de emisiones.

«BMW ha estado dedicando esfuerzos para desarrollar una solución tanto a nivel de hardware como de software para abordar las preocupaciones planteadas», declaró la autoridad alemana de transporte en un comunicado oficial.

«Se espera que esta solución integral, que incluye ajustes tanto físicos como de software, se implemente a partir de junio de 2024».

Hace casi diez años se desató el escándalo conocido como ‘Dieselgate’, en el cual se descubrió que la marca perteneciente al Grupo Volkswagen había implementado deliberadamente software para manipular las pruebas de emisiones realizadas en entornos de laboratorio.

Cuando los vehículos estaban fuera de estas condiciones de prueba, emitían cantidades considerablemente mayores de sustancias contaminantes a través del escape, con el propósito de proporcionar un rendimiento superior a los conductores.

Este escándalo resultó en costos significativos para el Grupo Volkswagen, con multas, indemnizaciones y recompra de vehículos que superaron los 46.500 millones de dólares.

«Más de siete años después de que estallara el escándalo [Dieselgate], hemos encontrado las emisiones de óxido de nitrógeno más altas jamás registradas en vehículos diésel durante la conducción real, y hemos detectado dispositivos de desactivación en el software de gestión del motor», afirmó Jürgen Resch, director ejecutivo de Deutsche Umwelt Hilfe, la agencia alemana de control ambiental.

A pesar de colaborar con la KBA, que aún no ha emitido una decisión definitiva sobre este tema, BMW ha informado a los medios alemanes que tiene la intención de mantener abiertas sus opciones legales.