El Parlamento Europeo aprueba la primera ley de inteligencia artificial del mundo

El Parlamento Europeo aprueba la primera ley de inteligencia artificial del mundo

El Parlamento Europeo ha aprobado la primera ley de inteligencia artificial de la Unión Europea (UE), marcando un hito significativo en la regulación global de esta tecnología. El objetivo principal de esta legislación es mitigar los riesgos asociados con la inteligencia artificial sin obstaculizar la innovación. Este paso clave allana el camino para la aprobación final en toda la Unión Europea, después de que la normativa fuera acordada por las instituciones comunitarias en diciembre pasado.

Thierry Breton, el comisario europeo de Mercado Interior, ha expresado su satisfacción por el respaldo abrumador del Parlamento Europeo a esta ley. Breton la describe como la primera regulación global y vinculante del mundo para garantizar una inteligencia artificial confiable.

Con una votación de 523 a favor, 46 en contra y 49 abstenciones, la Eurocámara ha respaldado el acuerdo alcanzado por representantes de las tres instituciones comunitarias a finales del año pasado. Esta legislación, que aún necesitaba la aprobación del pleno del Parlamento Europeo, está en camino de ser ratificada por la UE en las próximas semanas. Sin embargo, su entrada en vigor no está prevista hasta 2026.

La nueva normativa establece regulaciones sobre el uso de inteligencia artificial en base al riesgo que representa para los ciudadanos. La Unión Europea aspira a establecer un precedente global con esta legislación y fortalecer la industria europea en un contexto de competencia con Estados Unidos y China.

La nueva legislación sobre inteligencia artificial presenta varias disposiciones importantes. Por un lado, prohíbe la vigilancia masiva en lugares públicos, pero permite el uso de cámaras de identificación biométrica por parte de las fuerzas del orden con autorización judicial, especialmente para prevenir amenazas terroristas inminentes o para identificar a personas implicadas en delitos graves como terrorismo, tráfico de personas o crímenes ambientales, así como para buscar víctimas de estos delitos.

Además, esta normativa impone obligaciones a los sistemas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT de OpenAI o Bard de Google. Estos sistemas deben indicar si un texto, canción o imagen ha sido generada por inteligencia artificial, además de garantizar que los datos utilizados para su entrenamiento respetan los derechos de autor.

También se establecen regulaciones para los sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo, que solo podrán ser comercializados si sus desarrolladores garantizan el respeto a los derechos fundamentales.