La inteligencia artificial (IA) no sólo está transformando nuestra forma de vivir, comunicarnos y entretenernos, sino también nuestra forma de trabajar. Según una encuesta reciente realizada por PwC, empresa multinacional de servicios profesionales y consultoría, uno de cada cuatro directores ejecutivos tiene previsto sustituir a trabajadores por IA este año, especialmente en el sector de los medios de comunicación y el entretenimiento.
La encuesta, en la que participaron los presidentes de las empresas que asisten al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), se centró en la IA generativa, un tipo de IA que puede crear nuevos contenidos, como texto, imágenes o audio, a partir de las indicaciones del usuario. La IA generativa se ha utilizado ampliamente en plataformas de redes sociales, como la creación de imágenes falsas de famosos, la generación de canciones o letras de canciones, o la producción de fotos de anuario de aspecto realista.
Sin embargo, la IA generativa también tiene el potencial de trastornar varios sectores, como el periodismo, la publicidad, la educación y el entretenimiento, automatizando tareas que tradicionalmente requieren creatividad y juicio humanos. Por ejemplo, la IA generativa puede escribir artículos periodísticos, diseñar logotipos, crear materiales educativos o producir películas o programas de televisión.
Mientras que algunos CEO ven la IA generativa como una fuente de innovación y competencia, otros la ven como una forma de reducir costes y aumentar la eficiencia. Según la encuesta de PwC, el 25 % de los CEO esperan reducir su plantilla en al menos un 5 % en 2024 debido a la IA generativa, y el sector de los medios de comunicación y el entretenimiento encabeza las intenciones de despido con más del 30 %. Y ello a pesar de las conocidas limitaciones de la IA generativa, como el plagio, las inexactitudes factuales, los problemas éticos o la falta de sentido humano.
El impacto de la IA en la mano de obra no sólo preocupa a los trabajadores que pueden perder su empleo, sino también a la sociedad en su conjunto. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de que la IA podría agravar la desigualdad general y las tensiones sociales, ya que algunos trabajadores podrían beneficiarse de la IA mientras que otros podrían quedar rezagados. El FMI insta a los responsables políticos a abordar proactivamente esta cuestión creando redes de seguridad social, promoviendo programas de readaptación profesional y garantizando una fiscalidad y una regulación justas de la IA.
La IA es, sin duda, una fuerza poderosa y disruptiva que está remodelando el mundo laboral en 2024. Mientras que algunos pueden acogerla como una oportunidad, otros pueden temerla como una amenaza. El reto para los líderes, los trabajadores y los ciudadanos es encontrar un equilibrio entre los beneficios y los riesgos de la IA, y garantizar que se utilice para el bien común.