HP se enfrenta a una posible demanda colectiva por una actualización de firmware que supuestamente impide a sus impresoras utilizar cartuchos de tinta que no sean de HP. Esto se produce después de años de controversias similares en torno a la tecnología de precios y cartuchos de tinta de la compañía.
La demanda tiene su origen en una actualización publicada entre finales de 2022 y principios de 2023. Según los demandantes, esta actualización inutilizaba los cartuchos de terceros, obligando esencialmente a los clientes a comprar la tinta de HP, a menudo mucho más cara. La demanda alega además que HP subió los precios de la tinta más o menos al mismo tiempo, lo que sugiere una estrategia para sacar provecho del mercado cautivo creado por la actualización.
No es la primera vez que HP se mete en líos con los cartuchos de tinta. La infame función «Dynamic Security», introducida en la década de 2010, también tenía como objetivo bloquear los suministros de terceros, lo que llevó a demandas y a un acuerdo en 2019 en el que HP acordó no utilizar la tecnología en ciertos modelos. Sin embargo, la demanda alega que la reciente actualización restablece una funcionalidad similar, monopolizando efectivamente el mercado secundario de cartuchos de tinta.
Echando más leña al fuego, la denuncia critica el sistema de actualización automática de HP, que empuja silenciosamente el software sin el consentimiento del usuario. Esto significa que los clientes pueden perder, sin saberlo, la posibilidad de utilizar tinta más barata una vez que su impresora se conecta a Internet.
Los demandantes solicitan una indemnización por parte de HP y una orden judicial para eliminar la funcionalidad que bloquea la tinta de terceros.
Esta situación sirve de recordatorio para que los consumidores desconfíen de la dependencia de un proveedor, defiendan su derecho a la reparación y a la competencia leal, y consideren detenidamente los costes a largo plazo de la tinta antes de adquirir una impresora.