En los meses recientes, Tesla se ha visto envuelta en un conflicto acalorado con los sindicatos suecos. La resistencia de la compañía a firmar un acuerdo colectivo con un reducido grupo de empleados afiliados al sindicato IF Metall ha desencadenado el rechazo de otros sindicatos locales, convirtiendo lo que inicialmente parecía ser un desacuerdo de fácil resolución en un problema constante para el fabricante de vehículos eléctricos.
Recientemente, la empresa ha sufrido otro revés: Otro sindicato ha decidido tomar medidas en contra de Tesla, y esta vez podría resultar en la paralización de las estaciones de carga de la empresa en todo el país. El Sindicato Sueco de Trabajadores de Servicios y Comunicaciones, conocido como Seko, emitió un comunicado el miércoles anunciando su intención de emprender una acción de «simpatía» contra Tesla debido a sus políticas anti-sindicales.
«El desafío enfrentado por IF Metall refleja nuestros propios ideales. Tesla está tratando de eludir las normativas establecidas en Suecia, buscando una ventaja competitiva al ofrecer condiciones laborales y salarios inferiores a los que se establecerían bajo un convenio colectivo. Esto es completamente inaceptable. La lucha que IF Metall está liderando es crucial para mantener el modelo sueco de convenios colectivos. Es por ello que hemos decidido reafirmar nuestra simpatía y aumentar la presión sobre Tesla mediante una acción adicional».
El impacto potencial para Tesla podría ser significativo, ya que Seko, un sindicato que despliega labores eléctricas fundamentales a nivel nacional, ha anunciado su intención de detener todas las actividades relacionadas con las estaciones de carga de la marca en Suecia, incluyendo planificación, nuevas conexiones, expansión de la red, servicio, mantenimiento y reparaciones. Se ha advertido que esta medida podría conllevar la detención del lanzamiento de los nuevos Supercargadores de Tesla en el país.
En los últimos meses, los sindicatos tanto de Suecia como de otras regiones de Europa han unido fuerzas para proteger el modelo laboral escandinavo de los intentos de desestabilización por parte de Tesla. A través de acciones o huelgas de simpatía, son un método mediante el cual los sindicatos no directamente relacionados con un conflicto concreto pueden expresar su respaldo y ejercer presión sobre una empresa infractora. Esto ha resultado en múltiples acciones dirigidas a la sede de Tesla en Suecia, con la participación de trabajadores portuarios, electricistas, personal de correos e incluso recolectores de basura, todas ellas generando serios inconvenientes para la empresa.
El CEO de Tesla, Elon Musk, ha dejado claro su desagrado por los sindicatos, una opinión que no lo distingue particularmente dentro de la clase multimillonaria. Sin embargo, su postura antisindical es notablemente marcada, incluso entre sus pares. En múltiples ocasiones, ha expresado su desprecio por las negociaciones colectivas y, en un comentario especialmente provocativo, ha descrito a los sindicatos como entidades que perpetúan una jerarquía entre «señores y campesinos», una declaración sorprendente considerando su propia acumulación de riqueza, la cual rivaliza con la de cualquier aristócrata histórico.