En el universo tecnológico, las direcciones IP se asemejan a activos digitales valiosos. Así como en el plano físico, donde la urbanización desenfrenada supone un desafío, el espacio IPv4 experimenta una creciente saturación. El suministro de estos identificadores de Internet de 32 bits es limitado, y la demanda supera ampliamente la oferta a medida que nuestra presencia en línea se expande.
A partir del 1 de febrero, Amazon Web Services (AWS) implementó su innovador esquema de tarifas para las direcciones IPv4, conforme había anticipado con meses de antelación. La nueva política implica que los usuarios abonen 0.005 dólares por cada dirección IPv4 pública por hora, una cifra que podría parecer insignificante a primera vista. Sin embargo, una exploración más profunda revela la emersión de una fuente de ingresos millonaria para la rama de servicios en la nube de Amazon.
El coloso tecnológico presentó inicialmente el cambio en la estructura de precios el verano pasado, argumentándolo como una medida necesaria debido a la demanda desenfrenada y los costos administrativos asociados a las direcciones IPv4. Después de todo, el protocolo de 32 bits está agotado con aproximadamente 4.300 millones de identificadores únicos. Aunque pueda parecer una cifra considerable, en la era de la proliferación de dispositivos inteligentes, estamos agotando rápidamente este recurso.
A medida que las asignaciones se agotan, los gastos asociados experimentan un aumento vertiginoso. La empresa sostiene que «la adquisición de una única dirección IPv4 pública ha experimentado un incremento superior al 300% en los últimos cinco años». En respuesta, la compañía aboga por la transición a IPv6, que cuenta con una vasta reserva de direcciones de 128 bits.
A pesar de la prevalencia de IPv4, Amazon ostenta un considerable tesoro de codiciadas direcciones. Según un análisis de Border0, Amazon ejerce control sobre casi 132 millones de direcciones IPv4 públicas. Realizando cálculos, Border0 revela una valoración exorbitante: aproximadamente 4.600 millones de dólares, considerando el precio promedio actual de una IPv4, que ronda los 35 dólares.
Naturalmente, Amazon no se limita a aprovechar ese patrimonio en el ciberespacio para obtener beneficios de manera directa. No obstante, puede generar ingresos recurrentes al facturar a los usuarios activos. Según los cálculos de Border0, el 30% de esas IP (79 millones) están asociadas a servicios de AWS que generan ingresos. Proyecciones rápidas sugieren ingresos anuales superiores a los 1.000 millones de dólares debido a este ajuste de política. En conclusión, Border0 estima que Amazon podría estar generando entre 400 y 1.000 millones de dólares anuales con estas nuevas tarifas.
La reestructuración de los precios destaca las transformaciones profundas en la infraestructura de la red. La administración de esa reserva limitada se vuelve cada vez más compleja y costosa. Mientras tanto, las ventajas de IPv6, más allá de su inmenso número de direcciones, incluyen presuntos aumentos de velocidad y una mayor seguridad.
Un ejemplo concreto es este antiguo artículo de Meta (anteriormente conocido como Facebook), que afirmaba que las mejoras de IPv6 aceleraban su sitio entre un 10% y un 15%. Cuando se implementa de manera adecuada, el nuevo protocolo también proporciona protección contra las vulnerabilidades comunes de IPv4. Sin embargo, IPv4 continua siendo ampliamente utilizado en todo el mundo, a pesar de que sus recursos de direcciones están prácticamente agotados.
Por lo tanto, aunque algunos puedan quejarse de la subida de precios, es razonable pensar que la estrategia de incentivos y consecuencias de Amazon podría motivar a rezagados a adoptar IPv6, allanando así el camino hacia una Internet sin escasez de direcciones.