Microsoft y OpenAI están colaborando en un ambicioso proyecto para desarrollar el superordenador Stargate, que se perfila como un hito tecnológico en el impulso de la inteligencia artificial.
El panorama tecnológico parece encaminarse hacia una competencia por el dominio en la capacidad de cálculo, donde las empresas rivalizan por la supremacía en este ámbito. Entre los avances recientes, destaca el anuncio de The Information sobre los planes de Microsoft y OpenAI para erigir un «centro neurálgico de IA» denominado Stargate. Este proyecto, que se espera sea 100 veces más costoso que los mayores centros de datos existentes, representa un hito sin precedentes en la industria.
Con una valoración estimada en 100.000 millones de dólares, Stargate está proyectado para entrar en funcionamiento en el año 2028, después de seis años de despliegue planificado. El desarrollo se dividirá en fases, siendo Stargate la fase 5 del proyecto. Además, se ha especulado sobre la posibilidad de que este centro de datos utilice energía nuclear debido a su enorme consumo de varios gigavatios, una medida que sería necesaria para sostener un proyecto de esta magnitud.
Aunque aún no se han definido los detalles sobre el equipo y la infraestructura que integrarán el proyecto Stargate, ni se ha determinado su ubicación específica, existe la posibilidad de que Stargate pueda incluir múltiples centros de datos en un mismo lugar. Por lo tanto, es prematuro especular sobre los aspectos concretos del proyecto en este momento. Sin embargo, es crucial reconocer que los centros de datos de esta naturaleza serán cada vez más comunes en el futuro, ya que desempeñan un papel esencial en el avance de la IA. Según el CEO de NVIDIA, se espera que los mercados relacionados con la IA crezcan hasta alcanzar los 2 billones de dólares en los próximos cinco años, lo que subraya la importancia de una infraestructura sólida en este campo.
Sam Altman, CEO de OpenAI, tiene la intención de recaudar 7 billones de dólares para financiar sus ambiciones en el ámbito de la IA. Dado que nos encontramos en las primeras etapas de la era de la IA, avanzar hacia adelante requerirá una infraestructura robusta que, a su vez, demandará considerables recursos financieros.