Nanorobots reducen el cáncer de vejiga en un 90% en ratones

Nanorobots reducen el cáncer de vejiga en un 90% en ratones

El cáncer de vejiga es uno de los más frecuentes y costosos del mundo, afecta a millones de personas y requiere seguimiento y tratamiento frecuentes. Las terapias actuales consisten en inyectar fármacos directamente en la vejiga, con escasa eficacia y efectos secundarios. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Nature Nanotechnology muestra cómo un enfoque novedoso que utiliza nanorobots podría reducir los tumores de vejiga en un 90% en ratones con una sola dosis.

Los nanorobots son diminutas partículas esféricas de sílice que llevan en su superficie un isótopo radiactivo de yodo. El isótopo emite una radiación que destruye las células cancerosas y protege el tejido sano. Los nanorobots también tienen una enzima llamada ureasa, que reacciona con la urea, una sustancia que se encuentra en la orina. Esta reacción genera burbujas de gas que impulsan los nanorobots a través de la vejiga, lo que les permite alcanzar todas las paredes y dirigirse al tumor.

Los investigadores, dirigidos por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el CIC biomaGUNE, probaron los nanorobots en ratones con cáncer de vejiga. Inyectaron los nanorobots en la vejiga y observaron su movimiento y acumulación mediante diversas técnicas de imagen. Comprobaron que los nanorobots eran capaces de autopropulsarse y acumularse selectivamente en el tumor, evitando el tejido sano. Al cabo de 24 horas, midieron el tamaño del tumor y comprobaron que había disminuido en un 90%, en comparación con el grupo de control.

Acumulación de nanorobots en tumores de vejiga
Localización del tumor de vejiga mediante resonancia magnética y acumulación de nanorobots en el tumor, cuantificada mediante tomografía por emisión de positrones (PET). Crédito: CIC biomaGUNE

El estudio demuestra el potencial de los nanorobots para el tratamiento del cáncer de vejiga, ya que ofrecen varias ventajas sobre los métodos convencionales. Son más eficaces, ya que administran una dosis elevada de radiación directamente al tumor, minimizando la exposición del resto del cuerpo. También son más cómodos, ya que sólo requieren una inyección y no es necesario que el paciente cambie de posición cada media hora, como ocurre con los tratamientos actuales. Además, son más rentables, ya que reducen la necesidad de hospitalización y de tratamientos repetidos.

Los investigadores esperan seguir optimizando los nanorobots y probarlos en animales más grandes y, con el tiempo, en seres humanos. También prevén que esta tecnología pueda aplicarse a otros tipos de cáncer y enfermedades, modificando los nanorobots para que transporten diferentes agentes terapéuticos y se dirijan a distintos órganos. Creen que los nanorobots podrían abrir nuevos horizontes en el campo de la nanomedicina y ofrecer nuevas soluciones a los retos de la atención sanitaria.