Las GPU H100 de Nvidia, el motor de los últimos avances en inteligencia artificial, no sólo son potentes, sino que también consumen mucha energía. Cada H100 consume 700 vatios de potencia, lo que supera el apetito eléctrico de un hogar estadounidense medio. Pero no estamos hablando solo de una bestia hambrienta; Nvidia espera vender 3,5 millones de estos devoradores de energía para finales de 2024.
Este apetito insaciable suscita preocupación por la huella medioambiental de la IA. Los expertos calculan que los H100 combinados consumirán más electricidad que algunas pequeñas naciones europeas, como Lituania y Georgia. Para ponerlo en perspectiva, es suficiente para abastecer de energía a una gran ciudad estadounidense como Phoenix (Arizona).
Aunque los H100 son unos devoradores de energía, la eficiencia de la IA y la computación de alto rendimiento (HPC) va en aumento. Se espera que la próxima generación de GPU B100 de Nvidia sea aún más potente y consuma menos vatios.
Entonces, ¿es el consumo de energía de la H100 un contratiempo temporal o una señal de lo que está por venir? Probablemente ambas cosas. La IA es una bestia sedienta y su apetito seguirá creciendo. Sin embargo, la industria está trabajando activamente para hacerla más eficiente, garantizando que podamos seguir ampliando los límites de la IA sin quemar el planeta en el proceso.
La carrera por desarrollar soluciones de IA potentes y eficientes está en marcha, y Nvidia está a la vanguardia. Aunque el consumo de energía del H100 suscita preocupación, también es un recordatorio de que la industria es consciente del reto y trabaja activamente para encontrar soluciones. A medida que avanzamos en esta apasionante era de la IA, es crucial tener en cuenta tanto la potencia como el progreso, asegurándonos de que podemos aprovechar el potencial de la IA sin sacrificar el bienestar del planeta.