Se han detectado microplásticos en todas las muestras de tejido placentario humano analizadas en un reciente estudio, lo que genera preocupación entre los investigadores sobre el posible impacto en el desarrollo fetal.
Los científicos examinaron 62 muestras de placenta y encontraron que el polietileno era el plástico más frecuentemente identificado, utilizado en la producción de bolsas y botellas de plástico. Otro estudio encontró microplásticos en las 17 arterias humanas analizadas, sugiriendo una posible relación con la obstrucción de los vasos sanguíneos.
El estudio, que fue publicado en la revista Toxicological Sciences, descubrió la presencia de microplásticos en todas las muestras de placenta examinadas, con concentraciones que variaban entre 6,5 y 790 microgramos por gramo de tejido. Después del polietileno, se identificaron PVC y nailon como los plásticos más frecuentes.
El análisis de los microplásticos involucró el uso de reactivos químicos y una centrifugadora para separarlos del tejido, seguido de un proceso de calentamiento y análisis de la firma química característica de cada tipo de plástico. En un estudio paralelo, científicos de la Universidad Médica Capital de Pekín (China) emplearon la misma metodología para detectar microplásticos en muestras de arterias humanas.
Grandes volúmenes de desechos plásticos están siendo liberados al medio ambiente, y los microplásticos han contaminado todo el globo, desde las alturas del Everest hasta las profundidades de los océanos. Es bien sabido que las personas ingieren estas diminutas partículas a través de alimentos y agua, además de inhalarlas, y se ha encontrado su presencia en las heces de bebés y adultos.
El profesor Matthew Campen, de la Universidad de Nuevo México (EE. UU.), quien lideró la investigación, comentó: «Si observamos efectos en las placentas, entonces podría haber repercusiones para toda la vida de los mamíferos en este planeta. Eso es algo preocupante».
Según él, el aumento en la concentración de microplásticos en los tejidos humanos podría explicar el alarmante aumento de ciertos problemas de salud, como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), el cáncer de colon en personas menores de 50 años y la disminución en la calidad del esperma. Un estudio realizado en 2021 reveló que las personas con EII tenían un 50% más de microplásticos en sus heces.
Campen expresó profunda preocupación ante la continua producción mundial de plásticos, señalando que el problema de los microplásticos en el medio ambiente está empeorando constantemente.
En el año 2020, los primeros registros de microplásticos en placentas surgieron de muestras obtenidas de cuatro mujeres saludables que experimentaron embarazos y partos normales en Italia. Los científicos advirtieron que estos microplásticos transportan consigo compuestos que, al actuar como disruptores endocrinos, podrían tener efectos adversos en la salud humana a largo plazo.
Según las observaciones de Campen, la presencia de microplásticos en las placentas es particularmente alarmante. Este tejido solo se desarrolla durante aproximadamente ocho meses, comenzando su formación alrededor del primer mes de embarazo. «A diferencia de otros órganos del cuerpo, donde la acumulación de microplásticos ocurre durante períodos de tiempo mucho más prolongados», agregó.