El presidente Vladimir Putin ha instado al Gobierno ruso a explorar la viabilidad de producir consolas de videojuegos de origen nacional. El propósito de estas consolas sería competir con las reconocidas marcas PlayStation y Xbox dentro del mercado interno ruso.
En los últimos tiempos, Rusia ha enfrentado dificultades con los juegos y los desarrolladores occidentales, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad nacional. Estas preocupaciones han llevado al país a considerar la posibilidad de prohibir ciertos títulos, como Apex Legends y The Last of Us Part 2, percibidos por el gobierno ruso como portadores de mensajes pro-LGBTQ, una postura a la que se opone abiertamente. En febrero, la Organización Rusa para el Desarrollo de la Industria del Videojuego (RVI) delineó un ambicioso plan que culminaría en el lanzamiento de una consola de videojuegos completamente funcional para el año 2026-2027. Parece que el gobierno ruso está avanzando en la materialización de este proyecto.
Tras una reunión sobre el desarrollo económico de Kaliningrado, Putin ha instruido a los funcionarios gubernamentales a investigar los requisitos necesarios para la producción nacional de consolas de juegos, tanto de sobre mesa como portátiles. Además, el presidente ruso ha ordenado la planificación de un sistema operativo y una plataforma en la nube adaptados para estas consolas. La fecha límite para estos planes se ha establecido para el 15 de junio de 2024, con el primer ministro de Rusia designado para supervisar estos esfuerzos. Un portavoz del Kremlin ha confirmado que estas medidas tienen como objetivo impulsar el desarrollo de la industria rusa de los videojuegos.
La Organización Rusa para el Desarrollo de la Industria del Videojuego (RVI) expresó a principios de 2024 su objetivo de mejorar las relaciones con diversas organizaciones internacionales del sector, así como de sentar las bases para el futuro desarrollo de juegos nacionales. Estrategias similares se han anunciado en años anteriores, como los planes para crear un competidor del Unreal Engine en 2022. Aunque aún no se ha confirmado la materialización de estos proyectos, es probable que surjan novedades a lo largo del presente año.
Los conflictos entre el gobierno ruso y la industria occidental de los videojuegos no se limitan a los desarrolladores. En 2023, un tribunal ruso impuso una multa a Twitch por difundir lo que se consideró información falsa relacionada con la invasión rusa de Ucrania. La decisión judicial se debió a la negativa de Twitch a retirar contenido sobre víctimas civiles y las tácticas del ejército ruso en el conflicto.