Sony Group ha anunciado que pone fin a la fusión prevista de sus operaciones de televisión y streaming en la India con Zee Entertainment Enterprises, uno de los mayores conglomerados de medios de comunicación del país asiático. El acuerdo, valorado en 10.000 millones de dólares, habría creado un gigante indio del entretenimiento, combinando las redes de televisión lineal, los activos digitales, las operaciones de producción y las bibliotecas de programas de ambas empresas.
La fusión se anunció por primera vez en septiembre de 2021, pero se enfrentó a varios obstáculos regulatorios y retrasos antes de recibir la aprobación del Tribunal Nacional de Derecho de Sociedades en agosto de 2023. Sin embargo, el acuerdo se vino abajo debido a un desacuerdo sobre el liderazgo de la entidad fusionada, así como una investigación en curso sobre el CEO de Zee Punit Goenka por el regulador de los mercados de capitales de la India.
Sony declaró en un comunicado que estaba «extremadamente decepcionado» por el hecho de que las condiciones de cierre de la fusión no se hubieran cumplido en la fecha límite del 21 de enero de 2024, y que no había podido acordar una prórroga con Zee.
Zee, por su parte, expresó su «conmoción y consternación» por la decisión de Sony, y acusó a la empresa japonesa de incumplir el acuerdo de fusión y actuar de mala fe. Zee también afirmó que se reserva el derecho a emprender acciones legales contra Sony por los daños y perjuicios causados por la rescisión del acuerdo.
El fracaso de la fusión es un duro revés tanto para Sony como para Zee, que esperaban obtener una ventaja sobre sus rivales en el panorama del entretenimiento indio, que está experimentando una rápida consolidación y disrupción digital. Según informes locales, Reliance Industries, la empresa más valiosa de la India, y Disney, antiguo líder del mercado, están en conversaciones para fusionar sus activos mediáticos indios, lo que crearía un competidor formidable tanto para Sony como para Zee. Mientras tanto, gigantes mundiales del streaming como Netflix, Amazon Prime Video y otros están invirtiendo fuertemente en la India, que es ahora el país más poblado del mundo.
La fusión fallida también plantea interrogantes sobre el futuro de Zee, que ha estado luchando con la caída de los ingresos, el aumento de las deudas, el activismo de los accionistas y los problemas de gobernanza. Zee, fundada en 1992 por Subhash Chandra, es una de las empresas de medios de comunicación más antiguas e influyentes de la India, con una cartera de más de 50 canales en 12 idiomas, que llegan a más de 1.300 millones de espectadores en 173 países. Sin embargo, la empresa ha perdido cuota de mercado y credibilidad en los últimos años, debido a sus malos resultados, su controvertida postura editorial y su presunta implicación en irregularidades financieras.
Sony, por su parte, opera en la India desde 1995 y tiene una fuerte presencia en los sectores del deporte, la música y el cine, así como un popular canal de entretenimiento general en hindi, Sony Entertainment Television. Sony también posee una participación del 30% en SonyLIV, una de las principales plataformas de streaming de la India, con más de 100 millones de usuarios activos mensuales. Se esperaba que Sony aportara una gran inyección de liquidez y controlara una participación mayoritaria cercana al 51% en la entidad fusionada con Zee, lo que habría mejorado su oferta de contenidos y su alcance de distribución en la India.
La finalización de la fusión marca el final de una larga y turbulenta saga, que ha sido seguida de cerca tanto por la industria como por el público. También señala una nueva fase de incertidumbre y competencia en el sector del entretenimiento indio, que está experimentando una gran transformación en medio de los cambios en las preferencias de los consumidores, las innovaciones tecnológicas y los retos normativos.